“¡Seguimos con más show nocturno
en radio Poroto, no te canses del insomnio, nosotros hacemos posibles tus
sueños!”, apaga la radio de su auto luego de haber llegado de una importante
cena. Mientras acomoda un poco el interior del mismo para poder descansar
tranquilo, encuentra un escarbadientes en el rincón más oculto de la guantera,
lo aloja en su oreja y guarda el auto en el garaje.
Al cerrar la puerta tiene deseos
de realizar una maldad, siente que no puede ir a dormir hasta terminar con
semejante sensación; se detiene a ver la casa de su vecino.
Agarra el escarbadientes después
de tocar su oreja y apunta el destino. Comienza a correr hasta cruzar la calle.
Se detiene dos minutos atrás de la puerta intentando sacar una conclusión de
los movimientos procedentes del interior. “Parece que todos duermen”. Con una
mano mantiene apretado el pulsador del timbre y con la otra entierra el palillo
oriundo de la picada. Deja el timbre trabado de su vecino de enfrente y corre a
descansar.