Blog de Fabricio Rodríguez de la ciudad del Villazo, Santa Fe, Argentina.

Al abrigo por Juan José Saer




"Al Abrigo" es un cuento de Juan José Saer narrado en tercera persona que cuenta la historia de un comerciante mueblero que encuentra un diario íntimo dentro de un sillón, el cual, al leerlo, lo invita a la reflexión. El autor presenta una narración sencilla, y la idea central está articulada en pocas líneas. Para lograrlo va proporcionando detalles del lugar en el que se encuentra el protagonista y las emociones que va viviendo.


Aunque el texto carece de información sobre el contexto histórico y cultural en el que se desarrolla la obra, dado el letrero luminoso que destaca en la fachada del comercio del protagonista y el uso de fotografías pornográficas de su hijo, podría sospecharse que la historia se sitúa alrededor de la década del 70.


El mensaje del cuento, más allá de la metáfora que se desprende del concepto de "abrigo", puede variar según el lector, convirtiéndose en una narración flexible. El tema fundamental tiende a ser universal, algo que las personas experimentan en su subjetividad; hacer consciente lo inconsciente. Sin embargo, depende de factores subjetivos, como pensar en lo propio, en las experiencias, en los secretos y en la identidad, pero también en la búsqueda de entender que otras personas también tienen su propia subjetividad y secretos.


Existen varios momentos clave para el desarrollo de la trama: la compra del sillón por parte del comerciante y el descubrimiento del diario íntimo –lo cual también se añade a la metáfora del abrigo siendo que el diario íntimo está oculto dentro del sillón–, la lectura del mismo y la propia relación del comerciante con sus secretos, la búsqueda de un objeto en el dormitorio de su hijo y el hecho de encontrarse con los secretos de su hijo, y la imaginación acerca de los secretos de su esposa para darle el carácter de universalidad.


El hecho de que el protagonista haya atravesado cada uno de estos momentos hace que su reflexión vaya creciendo a lo largo del cuento, reflexión acerca de los secretos que guardamos y protegemos como "abrigo". El conflicto en el que entra el protagonista es precisamente darse cuenta de que todas las personas tenemos secretos ocultos.


El narrador utiliza como personaje fundamental al protagonista e involucra a la autora del diario íntimo, a su esposa e hijo. Sin embargo, la vida que tienen estos personajes secundarios está atravesada por la subjetividad del mueblero, es decir, el narrador no les da voz propia. El tema central que se aborda en la obra es la identidad, la búsqueda de las cosas que ocultamos en nuestro interior y que de repente se ponen de relieve. Juan José Saer nos presenta este cuento con una narración sincera en la que va describiendo objetos, sensaciones y acciones que se desarrollan a lo largo del cuento de la mano del protagonista.


“Al abrigo” está enriquecido por una cuidadosa descripción de la atmósfera que rodea al protagonista. A través de un narrador involucrado, somos testigos de la reflexión profunda del comerciante mueblero mientras descubre un diario íntimo en un sillón que acaba de comprar. Incluido él mismo, todos tienen secretos ocultos bajo su “abrigo” emocional. El cuento nos recuerda que, en última instancia, somos la suma de nuestras experiencias y recuerdos, y que cada uno de nosotros guarda una historia única bajo esa superficie. Saer nos muestra cómo una narración puede ser profundamente reflexiva y ofrece una visión enriquecedora de la condición humana.

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La casa de Asterión por Jorge Luis Borges





En "La casa de Asterión", cuento de Jorge Luis Borges, la cita inicial del historiador Apolodoro ya nos introduce a la misteriosa atmósfera que rodea la obra. El título y el epígrafe forman una puerta de ingreso a una narrativa que reinventa el mito del Minotauro y le otorga protagonismo, profundizando sobre sus sentimientos y emociones. Borges construye un relato donde la casa y su solitario habitante adquieren un peso significativo.


A través de la voz del propio Asterión, Borges altera el mito clásico y permite al Minotauro contar su propia historia. Asterión se presenta como un ser solitario y único, pero también marcado por su diferencia. A pesar de tener las puertas de su casa abiertas, el protagonista prefiere ocupar el rol de prisionero, un acto que desafía las expectativas.


Asterión sabe que es grande, hijo de una reina. Y arranca planteando que es consciente de que se le acusa de ciertos defectos que alejan a la gente. Esto nos desconcierta en la narrativa porque en su opinión personal, no es así. Sin embargo, tiene las puertas abiertas de su casa de par en par, para que puedan ingresar cuando quieran. Aquellos que entren, según la mirada del minotauro, solo encontrarán soledad. Las veces que salió de su casa, sintió temor por las respuestas de las personas que lo vieron. Al reconocerse como hijo de una reina, quizás atribuya eso a su conocimiento del exterior. Pero además, recordemos que en el mito, es la condena de una pasión.


El protagonista se siente único, por lo tanto, diferente. Esto hace que no pueda conversar con nadie. A pesar de esto, no le interesa que los demás puedan comunicarse entre sí; sin embargo, le gustaría al menos aprender a leer para combatir la soledad. ¿Cómo aprender a leer sin ayuda? La lectura es parte de un sistema, del lenguaje; para que haya lenguaje, tiene que haber una sociedad en la que se comuniquen. Esto lo lleva a tener que soportar vivir con sus meros recuerdos.


También ocupa su tiempo en el ocio. Para poder distraerse, tiene un método que consiste en correr por las galerías hasta marearse. Se esconde de las sombras y juega a que estas lo buscan. Hay una parte sádica en la que juega a dejarse caer, terminando muy golpeado y ensangrentado; elige sentir dolor. El juego más atractivo es encontrarse con otro Asterión, donde puede sonreír junto a él.


Considera que la casa tiene el tamaño del mundo. Aunque también opina que es el mundo debido al propio conocimiento de su existencia y a la incapacidad de explorar otros lugares. Además, su ignorancia le permite contar hasta catorce, que para él es infinito.


En el mito, el castigo no solo es para Asterión, sino también para los jóvenes de Minos: catorce individuos, siete hombres y siete mujeres, eran conducidos al laberinto como ofrenda para enfrentar al minotauro. Aquellos que entran a su casa terminan muertos. Para él, es una forma de distinguir una galería de otra, ya que los muertos le proporcionan otro paisaje. Y mueren sin que él se ensucie las manos. Un día, uno de los que ingresó, antes de morir le dio esperanzas de que llegará su redentor para liberarlo de la soledad. Desde ese momento, no dejó de pensar en cómo será tal redención y si conocerá otro lugar diferente a su casa. De esta forma, fomenta el juego de dialogar con otro Asterión y vivir de sus recuerdos.


Termina preguntándose cómo será físicamente el redentor: podría ser alguna de sus mitades, o alguna variante de cómo es él, o simplemente alguien como él. Hasta que un día, reconoce a su redentor y apenas se defiende, dejándose liberar del castigo.


El relato explora la soledad, la identidad y la búsqueda de conexión. Asterión se considera a sí mismo como único y diferente, lo que lo impulsa a buscar comprensión en medio de la incomunicación. La incapacidad de leer y comunicarse lo sumerge en una existencia marcada por sus propios recuerdos, una metáfora del aislamiento humano. La figura del redentor, mencionada por un intruso, despierta en él la esperanza de escape de su soledad autoimpuesta.


El estilo de Borges es reconocible en su economía de palabras y su habilidad para crear atmósferas ricas en significado. El autor juega con la subjetividad del protagonista, sumergiendo al lector en la mente del Minotauro y su perspectiva distorsionada. Mediante el uso de simbolismo y metáforas, Borges explora la idea de que la casa de Asterión puede representar tanto un laberinto físico como emocional.


"La casa de Asterión" se presenta como una exploración profunda de la soledad humana y la construcción de identidad en medio del aislamiento. Borges utiliza la figura del Minotauro para cuestionar la conexión entre la individualidad y la comunidad. La resignificación del mito a través de la voz del protagonista subraya la subjetividad de la verdad y la importancia de cuestionar las narrativas establecidas.

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El Libro por Sylvia Iparraguirre




¿Nuestro destino está escrito? Esto se expresa en la narrativa breve que podríamos englobar como cuento de misterio o de suspenso llamado “El Libro” de Sylvia Iparraguirre, donde se refleja una situación particular que vive un hombre.


La obra trata sobre un hombre solitario que está esperando un tren desde el café de un sanatorio y encuentra un libro que, al hojearlo, lo deja perplejo.


Es un cuento en el que se encontrará suspenso debido al misterio que provoca la autora al dar detalles. Algunos están ocultos, quizás porque le corresponde al lector llenar esos vacíos con su imaginación. Esto crea un juego entre los momentos en los que se desplaza el protagonista en el contexto de la obra, por ejemplo, en las señales que se dan como pistas en el lugar donde se encuentra y espera el tren, y las acciones que van tejiendo la premisa de la trama.


En un escenario reducido, el hombre que espera el tren se ve desbordado y desconcertado por lo que encuentra como contenido en el libro. En principio, lo confunde verse reflejado en cada página. Entonces, al leer tal cual su reflejo en el libro, se desata un conflicto en el que se esfuerza por comprender qué es lo que está pasando, qué clase de hechizo tiene el libro que conoce los movimientos de su vida cotidiana. El protagonista entra en shock al leer sus propias acciones en el libro, ya que en cada capítulo lee la propia historia de su existencia.


La preocupación, el estrés y la obnubilación que le provoca leer exactamente qué es lo que se encuentra haciendo hasta ese momento contribuyen a desarrollar al personaje y sus acciones, y como resultado, a la propia trama. A pesar de la poca utilización de recursos de la autora, el relato impacta.


Uno de los temas centrales es lo rápido que el estrés en una persona actúa ante las situaciones imprevistas que le estimulan un desafío en un terreno totalmente desconocido. Otro de los temas centrales es el que construye el lector con las pistas que dejó la autora. ¿Es posible que nuestro destino esté escrito en un libro?


Esta pregunta se nos presenta con el protagonista leyendo los nombres de los integrantes de su familia junto con la acción exacta que cada uno realiza. Es probable que la autora quiera desviarnos de una posible precuela del cuento. Es decir, eligió un recorte de la realidad en la que no sabemos si el protagonista delira, al no haber testigos que vean que en el libro está escrita la propia vida del hombre. 


¿Por qué el desvío y en qué se relaciona la idea de una precuela? Se menciona un café que parece ser la extensión o parte del bufete de un sanatorio y su ansiedad por cronometrar el tiempo que falta para que sea la partida de su tren. La referencia a cronometrar el tiempo aparece más de una vez. Da la sensación de que el protagonista está atravesando un mal momento previo a encontrar el libro. Quizás la autora nos engaña con el delirio del protagonista y nos plantea que reflexionemos si el destino está escrito o está en nuestras manos, con la facultad de poder cambiar el futuro con nuestras acciones en el presente.


Con una escritura rápida construida por oraciones cortas, Sylvia empuja una trama hacia adelante siendo descriptiva y directa en lo que propone. Es un recurso interesante hacer este tipo de escritura para crear una atmósfera misteriosa donde todo va pasando velozmente, como el protagonista cargado de ansiedades y estrés. Con un lenguaje sencillo, describe con las propias acciones las emociones, es decir, podemos saber que está cargado de estrés por los meros movimientos.

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