Hoy es un día histórico para el país ya que en las calles se
conquistó el aborto legal, seguro y gratuito. Me quedó un texto dando vueltas y decidí publicarlo.
Días previos a la Navidad, Eduardo Feinmann
entrevistó para Radio Rivadavia al Padre Pepe Di Paola, cura villero avalado y
protegido desde el Vaticano. Eduardo comenzó con que el aborto es un pecado. El
Padre Pepe desarrolló una posición delirante diciendo “que el aborto es mirar el
pesebre y pensar que no nació Jesús”; “…si hay aborto no hay Navidad…”. “Claro,
Jesús no hubiera nacido”, remató Feinmann.
Una de las primeras evidencias empíricas sobre
la práctica del aborto en la historia de la humanidad, se encuentra en el
papiro Ebers redactado hace 3500 años en el antiguo Egipto. Hay otros textos de
distintas épocas y culturas con información sobre la existencia de la práctica de
la interrupción voluntaria del embarazo. Es decir que es un método milenario y
atravesó la época escrita en la Biblia en la que transcurre la vida de Jesús.
Me voy a enfocar en un pasaje.
En el evangelio según Lucas se anuncia el
nacimiento de Jesús: “Dios envió al ángel Gabriel a Nazaret, pueblo de Galilea,
a visitar a una joven virgen comprometida para casarse con un hombre que se
llamaba José, descendiente de David”. El ángel Gabriel le enuncia a la Virgen
María que el Espíritu Santo vendrá sobre ella para que nazca el hijo de Dios. La
joven en respuesta se plantó como una sierva del Señor y que se haga a su
voluntad. El Padre Pepe fundamentó su argumento sobrenatural “de que el niño
Jesús no hubiese nacido” si un médico le daba la oportunidad de interrumpir su
embarazo, explicando que María era una madre soltera a la que José tardó en reconocer.
Es falso porque María estaba comprometida con José cuando desciende el ángel
para anunciar la noticia.
Independientemente de que una figura masculina convenza
a María de “la voluntad de Dios” (esta es otra discusión que podríamos abrir), aceptó la
maternidad y se demuestra que la misma fue deseada en muchísimos pasajes de la Biblia hasta el final de
la vida de Jesús. Esto significa que el Padre Pepe aduce
de manera absurda y menosprecia la “importancia” de los pasajes bíblicos que
tanto predica para sostener la ilegalidad.
La Iglesia católica y los antiderechos
argumentan sin ningún tipo de fundamento científico (ver acá) para
sustentar su posición a favor del aborto clandestino. Ahora que la marea verde conquistó
en las calles el aborto legal, seguro y gratuito, se vuelve fundamental continuar
con la separación de la Iglesia y el Estado para quitarle de una vez por todas el
poder a los dinosaurios. Viva la lucha de las mujeres.