Salen corriendo tenazmente, ¿será
la segunda vez en el día?, ¿realmente tuvo otra oportunidad?
Está prohibido hablar de un
final, ya que él empezó a correr, y tal vez, de eso se trata, de un inicio.
Sus vidas consisten en encadenarse
para ser parte de una cadena de inicios. Es tan confuso que hasta puede que la
cadena equivalga a un ciclo.
Una palabra tras otra se decían
al toparse y esperaban la devolución de otras. Las palabras mostraban la
dirección hacia dónde correr sin un posible final.
Corren tenazmente.
Al
darse vuelta estos sujetos imparables, ven a uno quedarse parado precisamente a
la derecha. Quedó estancado. ¿Tendrá los cordones de las zapatillas atados a la
baldosa que pisa?, ¿no se percata que está embobado con lo efímero? ¿Por qué no
correrá con los demás para aportar sus palabras y juntos muestren nuevos
caminos hacia prontos inicios?
En una situación constante,
cuesta demasiado mirar hacía atrás, ya que al correr tanto peligra la
distancia.
Siguen corriendo tenazmente. Corren
para compartir palabras e iniciar la apertura de otro nuevo inicio.