Blog de Fabricio Rodríguez de la ciudad del Villazo, Santa Fe, Argentina.

Después de apagar la tevé cuando veía el noticiero




Al golpear el control remoto accidentalmente sobre un vaso, provoca el derrame de la última gota que había quedado; se aleja apurado del asiento. Le tiemblan las piernas y con dificultad se dirige a cerrar la ventana que exhibe el patio. Da medio giro para regresar a la silla y de pie como una estatua comienza a dudar, el miedo lo paraliza. Vuelve a inspeccionar la ventana (la abre): se detiene varios segundos para observar más allá de su cocina. La cierra y la traba, asegurándose.

    Una vez reposado en su asiento recuerda que la ventana del frente también está abierta. La desliza hasta su tope luego de cerrar la persiana. Evoca algo que le puede servir.

    Minutos más tarde, encuentra su vieja cadena reforzada con candado que guardaba en el ropero. La utiliza posteriormente en la acción de atar la reja sin cerradura que cerca su casa a pocos metros de la calle. Rápidamente, entra a la casa. Para cerrar la puerta principal, primero desliza el pasador de la misma. Retira la llave del bolsillo izquierdo, con solo dos vueltas, da función a la cerradura: se siente hermético.

    Sobre la mesa dejó el celular con el número de emergencias marcado.



Compartir:

Visitas

Entrada destacada

Al abrigo por Juan José Saer

"Al Abrigo" es un cuento de Juan José Saer narrado en tercera persona que cuenta la historia de un comerciante mueblero que encuen...